
Fred era un niño que iniciaba la secundaria en el año 1976, sin preocupación alguna por lo material, un jovencito que emanaba felicidad…
La vida da sorpresas: una reflexión desde mi experiencia
La frase «la vida da sorpresas» ; encierra una verdad universal: a lo largo de nuestra
existencia, enfrentamos eventos inesperados, tanto positivos como negativos, que pueden cambiar el rumbo de nuestras vidas o desafiar nuestras expectativas. Es un recordatorio de que la vida está llena de incertidumbre y que, aunque no siempre podemos prever lo que sucederá, esas sorpresas pueden transformarnos de formas inesperadas.
En mi caso, después de vivir cuarenta y dos años en silla de ruedas y de trabajar durante
veinticinco años como profesor de biología y química, llegó una cardiopatía isquémica
imprevista. Este problema de salud me obligó a pensionarme antes de lo planeado. En su
momento, lo sentí como un golpe duro e inesperado, pero con el tiempo comprendí que esta “sorpresa” trajo consigo algo extraordinario.
Esa pausa en mi carrera profesional me dio la oportunidad de volcar mi atención a un
aspecto que jamás imaginé: la escritura. Decidí contar mi historia, desde el día en que una mielitis transversa me dejó cuadripléjico. Aunque con el tiempo recuperé la movilidad de mis brazos, ese diagnóstico marcó un antes y un después en mi vida. Al principio, revivir esos momentos fue desafiante, pero, página tras página, descubrí el poder sanador de la palabra escrita.
Hoy puedo decir con gratitud que esa sorpresa transformó mi vida. He escrito mi
autobiografía, Mis huellas sin dejar pasos, y dos libros más, La Misión de Sebastián, y
uno de cuentos y relatos, Hilos de mi memoria, cada uno reflejando no solo mis vivencias,
sino también la fuerza interior que me ha sostenido durante todos estos años. En cada paso, he sentido la presencia de Dios, guiándome y dándome propósito incluso en los momentos más inciertos.
La vida da sorpresas, y algunas de ellas pueden llevarnos a descubrir talentos ocultos o
abrir caminos que jamás imaginamos recorrer. Si estás leyendo esto y te enfrentas a un cambio inesperado, recuerda: incluso las situaciones más desafiantes pueden convertirse en oportunidades para crecer y crear algo hermoso.
Gaby Brimmer (de Méjico, tetrapléjica de nacimiento y defensora a ultranza de los
derechos de las personas con discapacidad) Hans Christian Andersen (quien tuvo dislexia) John Milton (sufrió de ceguera ya de mayor), e incluso el célebre poeta griego del siglo VIII a. de C., Homero (a quien muchos estudiosos le atribuyen una discapacidad visual, si bien otros lo desmienten). Todos son ejemplos y demostraciones de que la historia está llena de creadores, artistas, inteligentes y valerosas personas con discapacidad.
Talento, inspiración, originalidad, creación. Terminamos la lista dejándoles una frase de
Homero: «A problemas comunes, soluciones colectivas para cada discapacidad». Porque la escritura es el pincel de la creatividad, la voz de la imaginación, un espíritu que da vida
también a la discapacidad. (Tomado de prensasocial.es)