Higiene y Salud en la Discapacidad

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Por FRED Ramírez Moreno

Cuidado de la piel  


Por Fred Ramírez Moreno


El cuidado de la piel es uno de los aspectos más importantes en la atención de una persona con discapacidad física o motora. Por ello, he decidido iniciar este blog abordando este tema esencial, ya que el desconocimiento sobre el cuidado adecuado de la piel puede tener consecuencias graves, como la aparición de escaras (úlceras por presión).

En mi experiencia personal, al quedar cuadripléjico a los 13 años, ni mi familia ni yo éramos conscientes de lo crucial que es proteger y cuidar la piel. Fue un aprendizaje difícil, pero valioso, que me enseñó la importancia de implementar medidas preventivas como:

  • Uso de cremas hidratantes y antiescaras: Estas no solo protegen la piel, sino que ayudan a mantenerla sana y flexible.

  • Higiene adecuada: Un aseo regular y minucioso es fundamental para evitar infecciones y mantener la piel limpia.

  • Cambio de posición frecuente: Tanto en la cama como en la silla de ruedas, es esencial cambiar de postura regularmente para reducir la presión en áreas vulnerables.

  • Cuidado en el uso de sondas y dispositivos: La revisión y manejo correcto de sondas u otros equipos médicos ayuda a evitar irritaciones y complicaciones.

Este aprendizaje me llevó a comprender la importancia de prestar atención a los pequeños detalles que, aunque parezcan simples, son clave para el bienestar diario.

A continuación, compartiré un manual de recomendaciones prácticas para el cuidado de la piel en personas que permanecen en silla de ruedas o en cama, ya sea de forma temporal o permanente. Estas recomendaciones están basadas en mi experiencia y en información respaldada por expertos, con la intención de ofrecer una guía útil tanto para las personas con discapacidad como para sus familias.


Antes de planear el cuidado:

El primer paso para planear el cuidado de los pacientes con discapacidad física o motora es establecer el grado de limitación para la ejecución de las actividades de la vida diaria (AVD), entre las que se incluyen baño, vestido, calzado, alimentación, locomoción y control de esfínteres, que puede variar entre la ausencia de limitación y la imposibilidad de realizarlas.

En segundo lugar, es importante recordar que el cuidado puede tener consecuencias físicas y emocionales negativas que dan lugar a sentimientos o emociones que repercuten de diferentes maneras en la persona cuidadora, por lo que se debe tener en cuenta la importancia del autocuidado físico, psicológico y social para evitar la aparición de un “segundo paciente”.

En tercer lugar, de acuerdo con la condición del paciente y con el contexto del cuidado, se deben considerar, los siguientes aspectos generales del cuidado:

  1. Arreglo de la unidad o habitación: Limpieza del entorno, revisión y ubicación de protectores de colchón, cambio y tendido adecuado de la cama, medidas que evitan accidentes y aparición de lesiones de la piel por contacto. 

  2. Higiene corporal: Incluyendo el baño, la aplicación de cremas hidratantes, el cambio de pañales o protectores en los casos en incontinencia urinaria o fecal, el corte de las uñas y la higiene oral, entre otras. 

  3. Vestido y calzado: De acuerdo con la condición del paciente, con las posibilidades de movilización y con el grado de discapacidad, apoyo en proceso de vestido y calzado, usando ropa de algodón y zapatos cómodos.

  4. Apoyo en los procesos de alimentación y en los procesos de eliminación de orina y materia fecal y/o cambio de pañales o protectores en casos de incontinencia.

  5. Revisión, ajuste o cambio de sondas, catéteres y otros dispositivos médicos de soporte, para garantizar su funcionamiento normal y prevenir complicaciones.

  6. Cambios frecuentes de posición e identificación y prevención del contacto con superficies u objetos que puedan generar la aparición de úlceras en la piel.

  7. Elaboración de un inventario de medicamentos que incluya horarios, dosis y vía de administración, así como un control de la realización de dicha actividad.

(Tomado de Cuidados en pacientes con discapacidad. Content – Tecnoquímicas) 

Útiles para el aseo personal

Es fundamental adoptar algunas pautas básicas en relación con los útiles que son necesarios para el aseo:

  • Garantizar su uso individual y personal.

  • Utilizar jabones y champús no irritantes.

  • En su caso, prestar apoyo a la persona para adquirir los productos de aseo que mejor se adecuen a sus necesidades y preferencias.

Productos de apoyo para el aseo personal

  • Esponjas de mango largo y angulado.

  • Cepillo de uñas con ventosas: se fija a una superficie, y facilitar el cepillado de uñas en casos en los que la persona sufre una disminución de fuerza, dificultades para la prensión (artritis, amputaciones unilaterales), etc.

  • Guantes de toalla (sirven tanto para lavar como para secar).

  • Toalla con fijadores.

  • Toalla con mango para pies.

  • Adaptador universal.

  • Dispensador de pasta de dientes…, etc.

  • Silla de baño.

(Tomado de ifbscalidad.eus)